jueves, 19 de febrero de 2009

Rambo va al espacio: Las brigadas fantasma

Como ya comenté en mi anterior entrada, pese a sus defectos La vieja guardia era un libro entretenido de rápida lectura que recordaba la edad de oro de la space opera. Así pues no es extraño que tal como la terminara me zambullera en Las brigadas fantasma, segundo libro de la serie. Lo triste es descubrir que John Scalzi sigue teniendo los mismos problemas que en su primera novela.
La historia comienza poco después del final de La vieja guardia. Los servicios de inteligencia de la Unión Colonial han descubierto una improbable alianza de tres razas dispuestas a borrarles del mapa, dirigidas por Charles Boutin, uno de los mejores científicos humanos que ha traicionado a los suyos. La responsabilidad de que ello no ocurra recae en las Brigadas Fantasma, el cuerpo de élite de la Unión, formado por soldados creados a partir del ADN de muertos, refinados hasta convertirse en implacables máquinas de matar que alcanzan la edad adulta en apenas unas semanas. Y el nuevo recluta que posee la llave para detener el plan de Boutin está creado a partir del ADN del propio científico.
Con Las brigadas fantasma el autor intenta dar un giro más oscuro a el universo que ha creado y de paso intenta profundizar en la dudosa moral que dirige las decisiones de la Unión Colonial y sus tropas. El problema es que al igual que sucedía en su anterior libro, Scalzi acaba resolviendo todo con una moral de "blanco o negro" en la que los buenos lo son hasta el final y no hay espacio para las dudas más que de forma casual. No hay nada de malo en ello para un producto que se engloba en la mera diversión, pero hace que se desperdicien páginas enteras que no llevan a nada. El otro problema es en la fluidez de la narración. Scalzi vuelve a las suyas y se limita a resolver toda la trama de un plumazo que, aunque no llega al extremo de un deus ex machina, sí te deja la sensación de que a) no tiene muy claro qué hacer con las historias o b) se conforma con ello.
¿Todo ello desaconseja leer la obra de Scalzi? Pues no. Tanto Las brigadas fantasma como su precursora son perfectas para desconectar cuando necesitas una dosis de aventura a la vieja usanza. Sólo cabe esperar que con el tiempo el autor consiga deshacerse de todo lo que lastra su prosa. Hasta entonces deberemos conformarnos con que los chicos buenos sigan pateando el culo a los malvados alienígenas que, después de todo, no está tan mal.
Las brigadas fantasma es el libro número 5 del reto de lectura de las 52 semanas.

No hay comentarios: